jueves, 13 de marzo de 2014

Confianza en las calles: El miedo no anda en dos ruedas... bueno sí un poco.

Todos cuando ya sabemos mantener el equilibrio en la bicicleta creemos que es un gran éxito, y lo es, pero el reto es quitarse el miedo de entrar a las calles.
Comencé con recorridos cortos digamos dos o tres cuadras y después me movía a zonas cercanas. Este no es un mero acto de cobardía; eran mis primeros pasos por la urbe y se le debe respetar. Era algo nuevo para mi calcular distancias, frenos, curvas y el objetivo de todo ciclista primerizo: MANTENER EL VEHÍCULO FIRME Y EN LINEA RECTA
Aprendí lo esencial que es una checada de la rila antes de salir comenzando con checar que tan infladas estan las llantas, ajuste de frenos, luces y altura del asiento.
En esos primeros pasos sentía miedo de los camiones: la Ciudad de México es legendaria por sus microbuses que se creen dueños del camino y que conducen como si transportaran ganado y con noticias diarias de autobuses chocando por exceso de velocidad, así que mis miedos eran todo menos que infundados. Pero con el tiempo aprendes a mantener tu distancia y sobre todo NO REBASAR POR LA DERECHA, obviamente bajan y suben personas que llevan tanta o más prisa que tú.
Además de los microbuses el principal problema que me he topado en la calle son los taxis, ellos son más ligeros y más molestos. Lo recomendable es que los dejen pasar porque te pueden “aventar la lámina” -como decimos en esta ciudad que es cuando un auto se te lanza sin importar que no tengas mayor protección que tu casco- ya que tú obviamente avanzas más lento que él.
Caso aparte son los peatones, ellos son la prioridad para el reglamento de tránsito (aunque usted no lo crea) así que si estás rodando por una zona con mucha afluencia lo recomendable es bajar la velocidad y si es una calle peatonal BAJA DE LA BICI. Aunque hay unos peatones que no saben caminar:
Además de estos obstáculos, los topes y baches deben de ser tomados con su respeto correspondiente, los primeros si vas a una velocidad baja son fáciles de sortear, el problema es cuando conduces rápido, lo que debes hacer ahí es: levantarte del sillín en la subida y poner el peso corporal atrás y así evitar que la tijera reciba todo el golpe y después poner su peso adelante para que la rueda de atrás caiga bien. Los baches solo los rodeas y listo, pero para eso debes de estar al pendiente de lo que pasa al frente. Hay un pequeño consejo que dieron ciclistas profesionales para evitar las "mortales" puertas abiertas de los autos: "Dejar el espacio como si todas las puertas estuvieran abiertas"
Pero no tengas miedo. La ciudad es atemorizante pero con práctica sabrás como tratarla, como moverte y en especial como disfrutarla. Podrás haber visto a esta urbe de concreto de muchas formas, pero la bicicleta es algo nuevo y creo que es el objetivo secundario de cualquier medio de transporte: Tener nueva perspectiva.
Así que disfruten esta monstruo de mil caras y el cielo abierto que tenemos estos días por estos lares.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario